El Marketing online, se diferencia de su homónimo tradicional principalmente por la velocidad y
la velocidad es el signo de estos tiempos. Hasta hace poco más de 100 años, nos movíamos en carretas, medio usado por más de dos milenios. Hoy han quedado relegadas con la aparición de medios de transporte más veloces. Hasta hace poco más de 100 años para ver la representación de una obra literaria había que concurrir a un teatro (Medio empleado durante más de 2000 años). Hoy las opciones se multiplican, tanto en diversidad de medios, como de interesados en usarlos y sacarles provecho.
El marketing, no ha sido ajeno a estos cambios que han ocurrido en esta última centuria y como en otras muchas actividades del hombre, ha tenido un desarrollo excepcional, un verdadero salto cuántico. En la actualidad,
la conjunción del marketing con las nuevas herramientas tecnológicas, abre una ventana de oportunidades, que impulsan los resultados hacia horizontes que antes apenas podíamos vislumbrar.
Las ventajas del Marketing online
Esta conjunción encuentra su pináculo operacional con el
Marketing online. En efecto, el límite que existía para el marketing tradicional a la hora de acercarse, conocer y hacerse conocer con su potencial cliente; parece esfumarse hacia fronteras más lejanas, abriendo un campo de titánica envergadura, donde
la cosecha de éxitos y rentabilidades se han multiplicado por doquier. No saber usarlo correctamente, es el analfabetismo del empresario actual.
Para concebir la dimensión real que posee el marketing online, debemos pensar que si fuera una herramienta militar, sería un arma no inventada al día de la fecha, que se asimilaría a algo así como una ametralladora con mira telescópica, con programación de blancos según criterios definidos por su franco tirador y con alcance mundial.
El marketing online es global
Es el sueño táctico de todo general de un ejercito, donde sus soldados disparan una bala sentados en un escritorio lejos del fragor de la batalla, y ésta alcanza su destino en cualquier lugar del planeta que esté su objetivo.
También es medible
Encima, la bala informa donde golpeó, a que hora, en que lugar y a cuantos. Además, para deleite de los celosos del costo, en muchas modalidades de disparo, solo se paga si la bala da en el blanco ¿Se podría pedir algo mejor? Si, que no hubiera que disparar o programar o leer los reportes de aciertos. En fin, el mundo no es perfecto y todavía hay mucho para hacer.
Avanza cada día
En la medida que el reloj avance inexorable sobre el calendario, y nuevos cambios tecnológicos mejoren la precisión del Marketing online, su aplicación se volverá altamente redituable incluso en ámbitos muy locales, de pequeño tamaño y poca área de influencia.
Te ayuda a crecer
Es un elemento fenomenal para obtener resultados positivos en ordenes de magnitud. Es lo que explica el crecimiento de la mayor parte de la industria publicitaria y la informática en los últimos diez a quince años. Y que cimentará el mismo, de acá en adelante.
La normalización del Marketing online
Veamos que ocurrió con otros desarrollos modernos como por ejemplo, el automóvil. En sus comienzos era algo rudimentario, poco utilizado por la población en general (por su costo). Mas, deseado por el común de la gente y brindaba grandes ventajas a quienes tenían la dicha de poseer alguno. Hoy, este invento del ingenio humano, se ha desarrollado hasta alcanzar las puertas de su conducción automática, se ha masificado su uso. Por otro lado, si bien sus prestaciones mejoraron en enormes dimensiones, las ventajas que otorgan a aquellos que los poseen, han disminuido por la propagación de su uso. Incluso podemos ver ciertos efectos negativos de esta expansión, como son la contaminación urbana y los embotellamientos del tránsito.
Algo similar podríamos decir con relación a la informática o las comunicaciones; en estos casos, encontramos los mismos fenómenos: en sus comienzos eran materia rara, a pesar de sus precario nacimiento y pocas prestaciones,
generaron una gran ventaja operativa a sus poseedores. Luego fueron masificándose, a la vez que sus prestaciones crecían y sus ventajas competitivas sobre el resto de los simples mortales, disminuían por su carácter masivo de expansión.
Inclusive como en el caso de los vehículos,
se generaron efectos negativos como los desechos de equipos viejos, material de respaldo obsoleto, sobreabundancia de datos e informes que no brindan información válida para la toma de decisiones, errores de conceptos multiplicados por la mayor velocidad de circulación de la comunicación y los datos. En fin, como bien hemos referido, el mundo no es perfecto tampoco acá.
Y de tal palo, tal astilla. El
marketing online es hijo de la unión del marketing tradicional con el retoño que nació del encuentro de las comunicaciones globales y la informática, criatura que conocemos como la internet o red de redes, y como vástago de ambos, heredó sus virtudes y contras.Así, cuando se comenzó a utilizar las primeras herramientas del marketing online, como eran los correos electrónicos, publicidades en las paginas web; se vieron positivos retornos a los montos invertidos.
Aunque, aquí también por la velocidad del cambio al que hemos hecho referencia al inicio, más velozmente hemos percibido los efectos negativos de estos cambios, como fueron los spam y sus derivados, así como la saturación de publicidades en las paginas web o diseños web muy pesados con altos tiempos de espera de carga de la misma. Los grandes efectos iniciales se vieron opacados por saturación de información al público meta,
salvados en parte por el avance en lenguajes de programación y nuevas técnicas de captación de datos.
El marketing online es como el dolar; no cae, se agacha para saltar más alto
El
marketing online no ha perdido vigencia, quizás su poder de fuego
ha mutado hacia formas más complejas, eso si. Esto lo ha vuelto difícil de operar por un neófito, pero un avezado profesional en las nuevas herramientas obtiene los éxitos que le son negados a los improvisados.
Por si solo alcanza, cuando es correctamente usado, enormes frutos. No obstante, no puede prescindir de ninguna manera de su predecesor,
el marketing tradicional y sus fundamentos. Entre éstos, encontramos la necesidad irrenunciable de tener un producto adecuado a los requerimientos de los clientes. Caso contrario, se corre el riesgo de tener un arma que dispara balas de salva y que no cumple con la premisa fundamental expresada por el gurú del Mercadeo, Don Philip Kotler, “volver a la venta un hecho superfluo.”