Facebook, la gran fiesta del píxel

Cómo evitar que tus imágenes pierdan calidad en Facebook

Una fiesta es un lapso espacio-temporal popularmente concebido para el divertimiento de sus asistentes. Desgraciadamente, en Facebook las fiestas cobran un significado muy propio cuando al subir nuestras imágenes vemos que su nitidez original se ha convertido inesperadamente en un gran festival de píxeles bailarines, enterrando toda posible diversión en un abismo de frustración. Este fenómeno se debe a que al subir nuestra imagen, Facebook la comprime sin piedad para optimizar su tamaño. No importan las dimensiones o características que tengan, todas las imágenes sufren el mismo destino. Aún así, hay ocasiones en que esta compresión puede resultar imperceptible y otras en que puede convertirse en un verdadero escándalo. Si bien es cierto que dicho fenómeno nos afecta a todos por igual, a nivel empresarial el problema presenta otra vertiente más compleja: la ceguera del empresario para ver las consecuencias de mostrar su rostro en Facebook mediante imágenes pixeladas o mal comprimidas. A nadie le pasaría por la cabeza la posibilidad de que una importante marca de cosméticos presentara una serie de vallas publicitarias con un defecto de impresión justo en la cara de sus modelos, deformándolas o incluso haciéndolas parecer viejas, muy viejas. O algo mucho más mundano: la idea de entregar un informe en papel a tu cliente con charcos y océanos de tinta, manchas de aceite, y esa tonalidad rosa que a veces adquieren las impresiones digitales cuando algo está yendo muy mal dentro de su estómago. La razón por la cual en las redes sociales el nivel de acabado de las imágenes es tomado en vano por muchos no surge únicamente de la carencia de ojo detallista, sino principalmente de que en las redes sociales todo es extremadamente volátil, y por eso nos parece menos importante. Pero si una marca lleva 3 años publicando imágenes de dudoso acabado, el efecto a largo plazo en su imagen corporativa sería parecido al de sustituir de un día para otro su logotipo por el garabato de un niño de 3 años. Después de esta pequeña reflexión sobre la importancia de cuidar la calidad de nuestras imágenes en las redes sociales, vamos a ver cómo sortear los problemas de compresión que nos plantea Facebook a través de la gestión de un par de variables que evitarán que nuestras imágenes aparezcan publicadas como si acabaran de salir de una cámara de tortura. Nos centraremos en los casos más problemáticos: la imagen de perfil y la de portada de perfil.

Imagen de portada:

• Tamaño: 100  kb máximo
• Dimensiones: 851x315 px
• Formato: JPEG / PNG (colores planos y composiciones vectoriales)
• Perfil de color: RGB
• Resolución: 72dpi

 

Imagen de perfil:

• Dimensiones: 180x180 px mínimo
• Formato: PNG
• Perfil de color: RGB
• Resolución: 72dpi

 

El tamaño en Facebook también importa

Muchos usuarios se desesperan al pensar que el problema de pixelación en Facebook se debe a que sus imágenes no tienen suficiente resolución. Nada más lejos de la realidad: la piedra angular de la compresión es el tamaño del archivo. [caption id="attachment_5705" align="alignnone" width="600"] Resultado de la compresión de Facebook en una imagen de portada de 200kb de tamaño.[/caption] [caption id="attachment_5716" align="alignnone" width="600"] Resultado de la compresión de Facebook en una imagen de portada de 90kb de tamaño.[/caption]

¿Cómo consigo que mi imagen pese menos si ya tiene las dimensiones correctas?

Normalmente, si estás intentando subir una imagen tomada personalmente, después de ajustar sus dimensiones no vas a tener problemas de exceso de peso (en la imagen). Si, por lo contrario, es una composición gráfica con colores planos o imágenes vectoriales, el problema se agrava. Si tenemos Photoshop o Illustrator a nuestro alcance, lo primero que tenemos que hacer es utilizar la herramienta Guardar imagen para web, que nos generará una compresión automática a partir de la cual podremos ajustar el formato de salida, que al tratarse de una composición vectorial, será PNG. A veces es imposible conseguir una imagen con la máxima resolución y un tamaño compatible con la compresión de Facebook, pero siempre es mejor ceder en cuanto a resolución y ceñirse al tamaño de imagen mencionado anteriormente. En el caso de intentar guardar para web una imagen en PNG y que el tamaño exceda los 100kb, deberemos seleccionar la opción PNG-8 y reducir el número de colores hasta que nuestro archivo tenga el tamaño indicado.

¿JPEG o PNG?

Por otro lado, existe la disyunitva entre utilizar el formato JPEG o el PNG. Todo depende de la naturaleza de la imagen que estemos tratando. Si utilizamos una imagen con colores sólidos o con una base vectorial, el PNG será nuestro formato. Por otro lado, si utilizamos una fotografía a color, teóricamente JPEG debería dar mejores resultados. Esto sucede básicamente porque el algoritmo de compresión para PNG remueve colores en vez de perder bits de información como lo hace el JPEG. Aún así, siempre que no busquemos la mejor relación tamaño-calidad, como sucede en el caso de la imagen de portada, el formato PNG será nuestra opción más segura. [caption id="attachment_5720" align="alignnone" width="600"] Tamaño de imagen optimizado en JPEG. Al reducir la resolución el contraste entre colores planos genera ruido, por eso siempre exportamos este tipo de imágenes en PNG.[/caption] [caption id="attachment_5719" align="alignnone" width="600"] Tamaño de imagen optimizado en PNG. Al perder colores, los matices se pixelan. Por eso es preferible el JPEG para otpimizar tamaños de portada y fotografías en color.[/caption]